Seguidores

viernes, junio 29, 2012

Él viene, yo me voy


Alguien viene a destruir mi corazón. Se acerca a paso muy seguro, con una idea fija en la mente y las palabras exactas que definen su deseo de destruir toda emoción de alegría.



Es posible que no reaccione y sólo caiga,pero intentaré no disipar esta vez ni una sola gota de ácido entre mis vestidos y mis metas trazarlas y resaltarlas en amarillo o en rosa para no caer, para poder seguir.

Èl  viene deprisa, con la mirada seria y la manzana de Adán muy notoria.Dice estar cansado;pero no parece, le sobra la energía que se nota al verlo ir raudamente hacia la última morada donde habita la sensibilidad desde hace años formada.
Sigue siendo débil,sigue siendo suya.



No se detiene a pensar en las consecuencias, sólo quiere darle prisa al reloj y que llegue el día de mañana en su libertad absoluta. Se siente preso, se siente absurdo y sin voz.
Él quiere descansar.

Ya no es un break, ya no es un pequeño trozo de tiempo el que pide; sólo desea la eternidad de sus deseos y que sus manos alcancen todo que pueda y quizá no merezca.
No le interesa lo que ocurra hoy o en el futuro, lleva las manos llenas de locura y desenfreno que desahogará mientras vaya apretando mi corazón y se vayan deteniendo los latidos.
Él crecerá, yo caeré. 

No renaceré porque no querré hacerlo, no volverá para curarme porque no sabría hacerlo.
Ya no me reconoce, yo no quiero conocerlo más porque me lastima, porque me rechaza cuando añoro su presencia y el sonido de su voz.

Camina bien vestido por las calles de Lima y tiene una sonrisa contagiosa que a todo aquel que lo conoce cautiva.

Los y las envuelve en sueños, las utiliza tomando de ellas sus ilusiones y de ellos sus admiraciones. Luego las modifica, protege,las hace crecer  y cuando no puede con tanto las deja salir,pero bajo su control.



Ese alguien viene cada vez más rápido hacia mí y lo sé.
No puedo ni quiero detenerlo.
Quiero que mi respiro se apague hoy 29 y no mañana 30.
Hoy quiero morir porque siento que si mañana lo intento no tendré éxito.
No me refiero al cuerpo, no intento siquiera justificar mi suicidio voluntario.
Sólo quiero dejar de pensar en ese alguien.
¡Adiós!

                                             El ser humano ve tanto y recuerda poco.