
Hubo un día que me tocó descansar casi sin pensarlo, estaba ya con el desayuno en el estómago cuando la engreída de casa empezó a maullar fuertemente mientras iba arrinconándose en su cama de esponja contorneado con dibujos de oso. Me acerqué a verla, estaba ya con la pancita a reventar, iba a traer al mundo a 6 hermosos gatitos y una de ellas sería Zaina.
Ese nombre fue elegido por su tenacidad , el parto había sido duro y como toda madre primeriza se encontraba muy nerviosa. Saltaba los pasos de cuidados básicos con la criaturas de modo que tuve que ayudarle.
Todo se hizo a mano, nada partió de la madre por su inexperiencia y su nerviosismo notorio. Mi apoyo principal fue la lectura de un libro llamado "La Rouss del Gato" Un buen obsequio de alguien que sabía mi amor por los felinos domésticos.
El parto duró cerca de 1hora o más pues a cada michino que venía se demoraba un poco Nena- la mamá gata - en recuperar energías para expulsar al siguiente. Yo acariciaba su pancita dándoles masajes para que no duela o sienta confianza - El libro decía que ello era importante para una primeriza. La confianza- Al salir los michinos les rompía la membrana fetal y les limpiaba hasta la región anal suavemente con gasa o algodón para que puedan respirar y estimule la función de eliminación,cortaba el cordón umbilical con una tijerita desinfectada, y he aquí el dilema con la placenta similar a un tronquito carnoso que me asustó, pensé que algo andaba mal con el parto,así que ojee rápidamente el libro y leí que Nena debía comérselo. Ni ella ni yo lo vimos apetitoso pero la convencí de hacerlo por el bien de los recién nacidos. Esto último favorece a la lactancia, el llamado calostro o primera leche materna es fundamental.
Nena no sabía de cuidados a crías, paso a paso le hacía reconocer a sus crías y le guiaba a los gatitos cieguitos hasta su teta para que lacten el calostro.Reitero que es muy importante este proceso. Ella se acostumbró y por todo lo vivido me dejaba tocar a sus crías y a ella,se siente muy bonita esa experiencia con tu mascotas y sus bebés. Ponerle nombre a cada uno al saber su sexo, fue todo un gusto porque ellos mismos lo elegían de las opciones selectas sugeridas por web y de forma personal. Y fue así como puse de nombre Zaina a una gatita vivaracha que cuando se acercaban Betoven - mi perrito- con su diminuto cuerpo cubría a sus hermanos y mamá haciéndole frente al canino, que sólo atinaba a ladrar como haciéndole renegar mas no la agredía y así era todos los días. En cualquier anomalía ella aparecía como la vigilante. Coloqué a sus hermanos en familias luego de un tiempo ya grandecitos, pues por motivos económicos y de espacio no podía tenerlos a todos. Convencí a mi mamá en quedarnos con Zaina, la persuadí tanto tanto que lo logré.
Zaina ; a las semanas de irse sus hermanos y de que su mami vuelva a su rol juguetón con los otros gatos adultos de casa (Pelucino y Precioso) desapareció. La busqué y busqué, pero no la hallé.
Quizá por su edad tierna no reconocía su nombre cuando la llamaba y como era bonita , alguien pudo habérsela llevado. Eso pensé. De modo que sólo me quedaban mis oraciones y rezos por su bienestar, y entre ellos mencioné que si ella aparecía se convertiría en mi señal y compañera para seguir adelante pues siempre he tenido problemas y el cuidar a mis mascotas o bebés, como les llamo generalmente,me distrae y me hace feliz dentro de todo.
Y tenía pesadillas cada noche, la extrañaba y miraba a Pelucino, Precioso tranquilos pero Nena lloraba de vez en vez; deducía que era porque también la echaba de menos. No soporté más y me dirigí al cuarto de mi mamá , me metí a su cama y lloré hasta quedarme dormida.Mi mamá no dijo nada, estaba seca. Ya en la madrugada desperté y pensaba con los ojos abiertos soñolienta e imaginé que Zaina ingresaba por la puerta de mamá y se había colocado en mis piernas sobre la cubrecama, miré y era Nena. Volví a dormir cuando en ello sentí peso entre mis piernas subiendo hacia mi pecho y abrí los ojos con el rezo en los labios de que fuera ella, ella mi señal. Así fue, Zaina me miró y maulló como diciendo "Aquí estoy".
Desde aquella madrugada comencé mis días motivada pues tenía a mi señal al lado. Con ella me mude de la casa de mamá en plena medianoche bajo la lluvia.No importó el miedo común de los felinos, ella confiaba en mi como yo en ella. Mi fiel compañera peluda y a veces exquisita no me abandonaría, lo supe esa noche con más fuerza. Ella se adaptaba a cada lugar, hacía méritos para ganarse el afecto de los demás y cuando lloraba venía a mis piernas poniendo su mejilla entre mis manos.Cuando miraba televisión o estaba en la pc con facebook o twitter, ella estaba a la expectativa ..no fue una mascota para mí, fue y será mi señal de buena compañera.
Pasado los meses, llevada por su inocencia e ingenuidad probó la manzana de Blanca nieves e incluso en ese momento de peligro vino hacia mí, ya muy noche, vino para que la salvara tal vez. Eso intenté, no funcionó nada de lo que hice y me quedo con el recuerdo de su mirada en mis ojos sollozos por el miedo de perderle su mejilla en mis pies e intentando maullar tal vez para decirnos adiós. Yo rece mucho, le pedí al Dios de los cielos que no se la lleve, que perdone mi descuido de 5 minutos y me la devuelva sana. Una y otra vez pedía por ella mientras la abrazaba y hablaba diciéndole que todo estaría bien. Dormí con ella en el piso hasta su ultimo respiro, hasta que su piel se volvió frío como mi corazón por tanta muerte a mi paso. En mi nuevo barrio no había veterinaria alguna y además de no tener efectivo, la zona era mucho más peligrosa.Ni una moto que me lleve a la avenida principal, ni una persona que haya escuchado mis suplicas, ni una llamada ni un mensaje...Sólo ella y yo despidiéndonos trágicamente. Empecé a reanudar hacia mi la desconfianza en que el mundo puede ser mejor si hay salvajes que lastiman a una criatura inocente como ella.

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