6 Meses contigo y sin ti.

El carro iba haciendo caso al freno puesto por el chofer en cuanto oyó mi voz - "El siguiente paradero por favor"- bajé lentamente como si no creyera el estar en ese lugar y menos convencida de lo que significaba.
Ya en tierra firme y en medio del polvo caminé dirección a las puertas tratando de no observar a nadie; con ello sabría que si alguien me reconociera no estaría en el lugar equivocado y que esto no es un sueño clásico de adolescentes, y sí, eso pasó. Alguien llamó, y ese eras tú.

Después de medio año te volví a ver, y no estoy segura de lo que sentías en ese momento, pero mis piernas iban haciéndose de chocolate puestas al sol, mi voz un masmelo rosa, y los pensamientos que tenía se fueron haciendo tú y todos los recuerdos desde conocernos volvieron así nada más.Esta vulnerabilidad que mata y hace feliz a la vez es ya parte de mi ser al estar tú en mi camino.

Me abrazaste mientras yo no salía de mi asombro y seguía recordando todo lo pasado , como quien no cree que haya un recuerdo más que sumar o haciendo el inventario de recuerdos y que todo esté correcto.Así fue.
Por fin terminé y estabas mostrándome los boletos a Naplo, pensé "pudiste haber elegido otra mejor como Máncora y Las Pocitas, pues según dicen son las atractivas y gravosas, ¿Debiste haber cambiado en sólo 6 meses? Subimos , arreglamos; perdón, arreglaste mis cosas y las tuyas. Ya cómoda en la ventana observaba  el camino sin decir palabra alguna, quizá pensaba que en algún momento dirías algo inapropiado y todo acabaría ahí.Mis sentidos no lo soportarían, y esta vez, sólo atinaría a irse nuevamente lejos sin tregua a volver. Me quedé dormida pensando en ti y el momento ahí, tan preciso y calmado. Sin hablar, sin mirarte pero siendo consciente que estás ahí y por alguna razón (lejos de la escritura) me quisiste como compañera de comisión  eso dijo mi director.

Me despertó tu plática con el pasajero de al lado, como siempre tu carácter sociable se manifestaba. Eso ya era conocido para mi, pero te observaba . Sólo te observaba. No habías subido de peso, tu talla seguía siendo la misma como tu postura al caminar, y la tonalidad de voz seguía siendo de mi gusto. Llegamos al pequeño balneario donde aprendí a nadar,me sentía  muy serena viendo su faz.

Coordinamos la forma en que se desarrollaría el documental, tú las entrevistas para luego redactarlas  y yo la producción y guión  Nuestro equipo parecía confiar en nosotros, no entramos a los dimes y diretes acostumbrados en la planeación de otros documentales. Eras tú o era yo, quien sabe, en ese momento eras mi compañero de trabajo.

Caminamos por los puestos de comida, las personas accedieron a las entrevistas . Te alistabas mientras te iba diciendo el itinerario calculado con el tiempo exacto para volver. Frente a cámaras te veías todo un profesional, y casi caballero. Bingo! eso te faltaba, la chiquillada burlesca y lastimera, seguro no lo mostrabas por estar en tu centro de labores. No quise pensarlo más y me retiré a la orilla del mar luego de dar las últimas indicaciones a los técnicos de cámaras y cuidados personales.

Sabía que debíamos volver antes de las 8pm, me quedé pensando y recordando la noche de enero que estuve ahí celebrando con amigos el nuevo año, dispuesta a comenzar sin recuerdos del 2012. Algo llorosa y efusiva mostraba mis miedos a los amigos y al mar. Esa noche estuvo el sentimiento a prueba de fuego, debía decidir y lo hice mal tal vez, porque  al bajar del bus todos los recuerdos volvieron y el sentimiento volvía a disuadir el corazón.

Las grabaciones acabaron al detalle indicado, ya habías delegado la edición con los chicos mandándoles de regreso . Ese fue el último balneario que faltaba. Debiste creer que necesitaba más tiempo frente a la brisa marina para reconocer frente a ti que las emociones son traicioneras como el destino. Acariciaste mi rostro pensando que las lágrimas eran porque  la vida siguió siendo dura conmigo en tu ausencia.

Me paré y caminé en busca del equipo técnico que no encontré al fin, un señor  había preparado un pequeño banquete con decoración natural en su pequeño local . Me acerqué a consultarle si sabía algo al respecto y me contó tu talento de dirección. Todos se fueron,menos tú, menos yo.

Tomé mis cosas de la mesa, el Sr. ofreció un Chi - Chi como despedida, lo tomé por cortesía. No contaba conque estaba cargado, le salió mal - pensé. Sonreí y me retiré. Caminaba por el puente de madera que hacía mucho más atractivo el lugar de noche, volteé y me despedí en silencio.

Me dirigía al túnel , ya eran las 7:00pm, algo más oscuro en ese tramo. Tuve miedo, en días de semana no hay tránsito a esa hora. Seguí porque no había otra salida y no debía permanecer en ese lugar.Noté la luz de salida , caminé a prisa cuando en ello choqué con algo que me detuvo mientras alguien sujetó mi brazo impidiendo mi caída.Estaba oscuro, muy asustada sólo comenté "No me lastimes", a lo que contestaron: "No tengo intención de hacerlo" Reconocí la voz, y mucho más intranquila tomé mis cosas, lo que pude ver de ellas, y me fui. Corriste delante mío y mencionaste "Cuántos intentos faltan para bloquearme de tu vida, para evitarme el conversar sobre qué te motivo a alejarte y desaparecer  así de repente".

N:  No tengo que explicarlo porque ya pasó
L:  ¿Ha pasado qué? Deberás explicarlo porque esa es la razón por la que estoy aquí siguiéndote, buscando a la persona cuyos gestos la delatan y sus palabras aún siendo complicadas termino por entenderlas en mi inconsciente

N:  Fue diciembre, las veces que los cristales se rompieron una y otra vez, no estaban los rezos que la reparaban con sólo susurrar. Debiste ser feliz, debía alejarme para ello.
L:  ¿Qué? He pasado de los segundos a los minutos y horas considerando en mi mente el que habías muerto o te habrías hecho daño.

N: Daño, es permanecer de pie frente al espejo y no poder reconocer su reflejo porque has cambiado y no estas completo, porque no eres lo que quieres sino lo que el mundo espera de ti. Lo que es normal, lo que cuadra en tu mágica sociedad de culturas y conocimiento venidero. En el mío hay sólo quietud y es diciembre quien lo provocó.
L: Debes estar equivocada. No ha cambiado el aprecio, me preocupaste.

N: Tu consideración tuvo en abril algo más que minutos y 140 caracteres, algo  más que cuatro letras para manifestarse. Sin embargo , sólo obtuvo ello. 4 letras que definían el tiempo corto y las ocupaciones muchas lejos de la estima. Fuiste feliz entonces ¿Qué hace ahora la ocupación frente a mi? 
L: Te busca.

N: Ya no debe, porque lo que conociste se suprimió los días de inexistencia en tu mural social.
L: ¿Pero qué haces, por qué de este modo?

N: Porque nada ha cambiado, como una vez mencionó alguien "Si vieras a alguien feliz, te harías a un lado y seguirías tu camino" Eso hice, encontré el camino en mi profesión. Adiós.
L: Sabes que no pasará,ya no lo intentes porque yo...
N: ----

Seguí caminando con el miedo por el suelo, las hojas de mi primer libro cayéndose por doquier, los pasos eran más pesados y la lluvia personal cubría mi visión. Se sentía la debilidad en mis huesos e imagine que viniste y me abrazaste como antes de cambiarlo todo. Esa parte imaginada me motivo a seguir un paso más lejos.

No pudiste decirlo, no podía quedarme. Aunque los sentimientos vuelvan derrepente con sólo  verte, es el dolor que sentí y tu silencio la fortaleza suficiente para seguir caminando bajo las nubes negras que a veces son grises y otras celestes, sobretodo cuando hay coincidencias y en consecuencia sonrisas.