Ya son dos décadas de estar en su compañía y le resto otros más porque no hay rama biológica que me permita saber sus inicios.
He acabado con los sueños para estar ahora despierta, y ver en ella lo que ha logrado en ésta mujer a medias. Porque no soy madre ni tengo deseos de serlo porque considero que el papel me quedaría siempre grande. Y es que no entiendo sus sacrificios de golpe a golpe en su espalda, cada vello se hace testigo de las veces que tuvo que agacharla hasta el suelo donde el lago de lágrimas pretendía calmar el dolor. Sin embargo eso fue sólo un panadol para la inflamación del corazón y así evitar los tonos rosas sobre ellos.
Ha sido fuerte y aunque en mi diccionario experimental sólo encuentre la palabra cobardía, sé y acepto que ha sido fuerte a causa mía, lamento haber nacido y haber sido también el dolor más grande que tuvo desde mi llegada.
Ella no sabe de los rezos para aliviar esa culpa que llevo a cuestas y de mis intentos como protectora de esos dolores que dicen ser naturales, si la gracia de Dios fuera grande entonces ¿Por qué la vida duele tanto hasta el punto de tener que magullar el perfecto lisado de la piel para traerla a este planeta u otro? Y hay tantas pruebas que demuestran de este acto la más grande ironía, pues como traes también quitas, a veces no se trata de uno, dos o tres; sino más. ¿Acaso puede el sabio comprender la desdicha que involucra ser madre aquí en la tierra. ?
Aquí se vende la imagen como una diosa y seguimos creyendo ser la costilla de alguien más, para variar del mismo sujeto que las somete al dolor "Maternal" y con ello al machismo.
Ella fue la imagen perfecta de tal publicidad, trabajaba desde las 5am , cocinaba para las niñas , para el ladrón de inocencias y creador de dolor como placeres tal vez. Desconocía entonces la navaja que él guardaba bajo la almohada por las noches y de día le denominaba "Amor" al sentimiento a todas luces de pertenencia y sumisión. Ella le pertenecía a él en algo más que las almas, culpa de la chispada religión y aquellas costumbres en la sierra abiertas y en la costa oculta en matrimonios civiles o religiosos, da lo mismo.
El libro grande describe que las mujeres son la pieza(un objeto) que al hombre se le quitó, pero no explica el porqué, y es que mi mentora se esmero por demostrarme en la práctica esa explicación que faltaba en ese fajón de hojas difíciles de comprender para los flojos y también aficionados de lectura. No eres nada sino no hay un hombre al lado tuyo, eres la razón pero no puedes con ella sin la fuerza, sin tu lado animal o grotesco. Aquel que te libera de miedos y te condena a no tener libertad, y es que sola eres sólo una pieza, no el todo.
No estuve de acuerdo con las prácticas de cada mañana y noches de su ausencia, entonces comencé a menospreciar mi género por ser tan débil y considerarse una parte de. Con esa publicidad viví por más de 10 años, la televisión y todo medio de comunicación hacían apología a esos sentimientos. Se informaban de hechos que le restaban valor al género contrario pero sólo quedaba en eso, en información. Mientras mamá se pasaba en el trabajo aguantando los gritos e improperios de sus jefes, también varones y una que otra desubicada que pretendía ser hombre por temor a reconocerse débil y amargamente fuera de razón., yo me la pasaba escuchando los cuentos de mis profes queriendo creer que eran verdad pues el mundo pintado por ellos era donde yo cuadraba perfecto y pensaba que mamá por fin sería feliz. Estudiaba mucho y me esforzaba por tener las mejores calificaciones. En primaria estuve sólo adaptándome a la forma de ver la vida de mamá en la publicidad de Guisela o Laura Bozzo; aquella que es ama de casa y se muere de ganas por salir en TV, aún choco en la actualidad con mamis así y espero que la historia dentro de sus casas diste mucho de la publicidad que experimenté amargamente y atada de brazos durante mi niñez.
Ya en la secundaria comencé mi propia revolución , mamá no podía ir a las clausuras ni ver los diplomas ni reconocimientos ganados debido al trabajo y es que Fujimori trajo buenas nuevas en las empresas chinas. Mis profesores de matemática y ciencias sociales pasaron a ser mi padres, y lucían muy orgullosos, de vez en vez me regañaban cuando me salía de las normas en busca de mi ideal. No importaba si eran extraños, para mi fueron mis padres, aquellos que me salvaron de esa publicidad lastimera.
Mamá seguía trabajando duro, llegaba cerca de las 11pm cuando a veces me creía dormida y sólo iba con su supuesto complemento. Cuando llegaba, yo por fin podía descansar.
Más amargo fue el día que ella no llegó, le habían operado y el ya denominado "imbécil" no había comentado nada a las adolescentes,pero sí que hacía fiesta entre sábanas sucias y paredes que se derretían como plásticos ante semejante infierno. Entonces fue la noche más oscura que llovía y llovía sin pista de poder cesar. Pasaron varios días sin ella cuando producto de una amenaza pude saber su condición, me alivié un poco y seguí orando porque todo haya salido bien. Ella llegó por fin, estuvo varios días en cama y me decía preocupada: "prepárale esto, compra estas cosas para cocinar; limpia la casa; no se vaya a enojar, hazle caso; él es bueno, llámale papá..." Mi mamá lloraba cuando me decía esas cosas como buscando que yo reflexione sobre mi comportamiento, en esas frases consistían nuestras conversaciones fortuitas pues todo lo demás iban del control del imbécil. Sabía que no era justo, pero con mi edad a cuestas tuve aceptarlo sólo por verla feliz y tranquila cedí a sus pedidos. Seguía con mis pasos buenos en los estudios, prefería más la biblioteca que estar en casa, jugando a ser la hija en ese infierno. Mamá estaba tranquila y hasta soñaba, pude ser testigo de sus sueños de querer tener una familia pues creía que teníamos las condiciones para tomar ese papel en la sociedad. Ella olvidaba los atentados en la cocina, las habitaciones y el papel de actriz en reuniones donde él se mostraba como Súper macho, mas yo no. Lo tenía todo en mente, hasta que descubrí al todo de mamá como lo que era, la lacra hecha carne. Me tocó amenazar y cumplir en decirle la verdad a mamá. De pronto sus sueños se hicieron añicos,una vez más la culpable era yo, esta vez por ser sincera al permitirme razonar sobre la parodia armada.
Mamá contaba con un público selecto por él más que por ella, si en nuestra rama genealógica se le aceptó fue por el trabajo realizado por ella, y es que ella era buena en todo lo que se proponía. Supongo nunca se le ocurrió ser la luna, sino la estrella.
Volvieron los años de tristeza ,aunque yo sabía que era lo mejor que había hecho en agradecimiento porque ella merecía ser feliz con algo real, no manipulado. Ella muy bonita , emprendedora, trabajadora, competitiva, tenaz, buena entre otras virtudes lo merecía por más que ese bendito libro grande seguía manteniendo en sus escritos que era sólo una pieza sin él, por más que el público había pagado por ver esa función con final aparentemente feliz. Ella merececía lo mejor y yo quise dárselo al decirle mi verdad desde su verdad. No me entendió entonces ni ahora. Como ya no era la niña, pensó que tenía intereses bajo la manga y lucho por años en convencerse de ello mas no lo logró porque sus argumentos se fueron disolviendo con mi proceder y ya con una personalidad formada en consecuencia a su negativa de mi amor como hija. Ya no insistía en ser parte de su sueño, la dejé caminar fuera de mi territorio, ya no quería su autógrafo sin embargo daba con ellos en documentos no gratos. Entonces escuché y averigué que el amor de madre no es algo natural como dicen, como tampoco que la sangre llama a la sangre y que tampoco todos lo sueños son espejo del bien. Rompí el espejo más grande de nuestras vidas y esa fue nuestra relación madre e hija. Aún no recupera mi confianza ni mis puestas de manos al fuego por ella, pero siempre le estaré agradecida porque con su ejemplo no necesariamente de ensueño me ha enseñado lo que esta vida trae para el género femenino si no aprende a convivir sólo con la razón, sin necesidad de lo grotesco o lado animal de él Todo.
Soy una pieza no del personaje del libro grande , sino de la historia de los sueños de mamá. Historia que algún día cerraré con el final feliz real, y ella será mi personaje principal de ensueño.
Espero la pase bien en su día y que si su apretada agenda le da pueda leerme.
Nisha
He acabado con los sueños para estar ahora despierta, y ver en ella lo que ha logrado en ésta mujer a medias. Porque no soy madre ni tengo deseos de serlo porque considero que el papel me quedaría siempre grande. Y es que no entiendo sus sacrificios de golpe a golpe en su espalda, cada vello se hace testigo de las veces que tuvo que agacharla hasta el suelo donde el lago de lágrimas pretendía calmar el dolor. Sin embargo eso fue sólo un panadol para la inflamación del corazón y así evitar los tonos rosas sobre ellos.
Ha sido fuerte y aunque en mi diccionario experimental sólo encuentre la palabra cobardía, sé y acepto que ha sido fuerte a causa mía, lamento haber nacido y haber sido también el dolor más grande que tuvo desde mi llegada.
Ella no sabe de los rezos para aliviar esa culpa que llevo a cuestas y de mis intentos como protectora de esos dolores que dicen ser naturales, si la gracia de Dios fuera grande entonces ¿Por qué la vida duele tanto hasta el punto de tener que magullar el perfecto lisado de la piel para traerla a este planeta u otro? Y hay tantas pruebas que demuestran de este acto la más grande ironía, pues como traes también quitas, a veces no se trata de uno, dos o tres; sino más. ¿Acaso puede el sabio comprender la desdicha que involucra ser madre aquí en la tierra. ?
Aquí se vende la imagen como una diosa y seguimos creyendo ser la costilla de alguien más, para variar del mismo sujeto que las somete al dolor "Maternal" y con ello al machismo.
Ella fue la imagen perfecta de tal publicidad, trabajaba desde las 5am , cocinaba para las niñas , para el ladrón de inocencias y creador de dolor como placeres tal vez. Desconocía entonces la navaja que él guardaba bajo la almohada por las noches y de día le denominaba "Amor" al sentimiento a todas luces de pertenencia y sumisión. Ella le pertenecía a él en algo más que las almas, culpa de la chispada religión y aquellas costumbres en la sierra abiertas y en la costa oculta en matrimonios civiles o religiosos, da lo mismo.
El libro grande describe que las mujeres son la pieza(un objeto) que al hombre se le quitó, pero no explica el porqué, y es que mi mentora se esmero por demostrarme en la práctica esa explicación que faltaba en ese fajón de hojas difíciles de comprender para los flojos y también aficionados de lectura. No eres nada sino no hay un hombre al lado tuyo, eres la razón pero no puedes con ella sin la fuerza, sin tu lado animal o grotesco. Aquel que te libera de miedos y te condena a no tener libertad, y es que sola eres sólo una pieza, no el todo.
No estuve de acuerdo con las prácticas de cada mañana y noches de su ausencia, entonces comencé a menospreciar mi género por ser tan débil y considerarse una parte de. Con esa publicidad viví por más de 10 años, la televisión y todo medio de comunicación hacían apología a esos sentimientos. Se informaban de hechos que le restaban valor al género contrario pero sólo quedaba en eso, en información. Mientras mamá se pasaba en el trabajo aguantando los gritos e improperios de sus jefes, también varones y una que otra desubicada que pretendía ser hombre por temor a reconocerse débil y amargamente fuera de razón., yo me la pasaba escuchando los cuentos de mis profes queriendo creer que eran verdad pues el mundo pintado por ellos era donde yo cuadraba perfecto y pensaba que mamá por fin sería feliz. Estudiaba mucho y me esforzaba por tener las mejores calificaciones. En primaria estuve sólo adaptándome a la forma de ver la vida de mamá en la publicidad de Guisela o Laura Bozzo; aquella que es ama de casa y se muere de ganas por salir en TV, aún choco en la actualidad con mamis así y espero que la historia dentro de sus casas diste mucho de la publicidad que experimenté amargamente y atada de brazos durante mi niñez.
Ya en la secundaria comencé mi propia revolución , mamá no podía ir a las clausuras ni ver los diplomas ni reconocimientos ganados debido al trabajo y es que Fujimori trajo buenas nuevas en las empresas chinas. Mis profesores de matemática y ciencias sociales pasaron a ser mi padres, y lucían muy orgullosos, de vez en vez me regañaban cuando me salía de las normas en busca de mi ideal. No importaba si eran extraños, para mi fueron mis padres, aquellos que me salvaron de esa publicidad lastimera.
Mamá seguía trabajando duro, llegaba cerca de las 11pm cuando a veces me creía dormida y sólo iba con su supuesto complemento. Cuando llegaba, yo por fin podía descansar.
Más amargo fue el día que ella no llegó, le habían operado y el ya denominado "imbécil" no había comentado nada a las adolescentes,pero sí que hacía fiesta entre sábanas sucias y paredes que se derretían como plásticos ante semejante infierno. Entonces fue la noche más oscura que llovía y llovía sin pista de poder cesar. Pasaron varios días sin ella cuando producto de una amenaza pude saber su condición, me alivié un poco y seguí orando porque todo haya salido bien. Ella llegó por fin, estuvo varios días en cama y me decía preocupada: "prepárale esto, compra estas cosas para cocinar; limpia la casa; no se vaya a enojar, hazle caso; él es bueno, llámale papá..." Mi mamá lloraba cuando me decía esas cosas como buscando que yo reflexione sobre mi comportamiento, en esas frases consistían nuestras conversaciones fortuitas pues todo lo demás iban del control del imbécil. Sabía que no era justo, pero con mi edad a cuestas tuve aceptarlo sólo por verla feliz y tranquila cedí a sus pedidos. Seguía con mis pasos buenos en los estudios, prefería más la biblioteca que estar en casa, jugando a ser la hija en ese infierno. Mamá estaba tranquila y hasta soñaba, pude ser testigo de sus sueños de querer tener una familia pues creía que teníamos las condiciones para tomar ese papel en la sociedad. Ella olvidaba los atentados en la cocina, las habitaciones y el papel de actriz en reuniones donde él se mostraba como Súper macho, mas yo no. Lo tenía todo en mente, hasta que descubrí al todo de mamá como lo que era, la lacra hecha carne. Me tocó amenazar y cumplir en decirle la verdad a mamá. De pronto sus sueños se hicieron añicos,una vez más la culpable era yo, esta vez por ser sincera al permitirme razonar sobre la parodia armada.
Mamá contaba con un público selecto por él más que por ella, si en nuestra rama genealógica se le aceptó fue por el trabajo realizado por ella, y es que ella era buena en todo lo que se proponía. Supongo nunca se le ocurrió ser la luna, sino la estrella.
Volvieron los años de tristeza ,aunque yo sabía que era lo mejor que había hecho en agradecimiento porque ella merecía ser feliz con algo real, no manipulado. Ella muy bonita , emprendedora, trabajadora, competitiva, tenaz, buena entre otras virtudes lo merecía por más que ese bendito libro grande seguía manteniendo en sus escritos que era sólo una pieza sin él, por más que el público había pagado por ver esa función con final aparentemente feliz. Ella merececía lo mejor y yo quise dárselo al decirle mi verdad desde su verdad. No me entendió entonces ni ahora. Como ya no era la niña, pensó que tenía intereses bajo la manga y lucho por años en convencerse de ello mas no lo logró porque sus argumentos se fueron disolviendo con mi proceder y ya con una personalidad formada en consecuencia a su negativa de mi amor como hija. Ya no insistía en ser parte de su sueño, la dejé caminar fuera de mi territorio, ya no quería su autógrafo sin embargo daba con ellos en documentos no gratos. Entonces escuché y averigué que el amor de madre no es algo natural como dicen, como tampoco que la sangre llama a la sangre y que tampoco todos lo sueños son espejo del bien. Rompí el espejo más grande de nuestras vidas y esa fue nuestra relación madre e hija. Aún no recupera mi confianza ni mis puestas de manos al fuego por ella, pero siempre le estaré agradecida porque con su ejemplo no necesariamente de ensueño me ha enseñado lo que esta vida trae para el género femenino si no aprende a convivir sólo con la razón, sin necesidad de lo grotesco o lado animal de él Todo.
Soy una pieza no del personaje del libro grande , sino de la historia de los sueños de mamá. Historia que algún día cerraré con el final feliz real, y ella será mi personaje principal de ensueño.
Espero la pase bien en su día y que si su apretada agenda le da pueda leerme.
Nisha
Lindo la verdad, no sé que mas decir.
ResponderEliminarTengo algo de lagrimas en los ojos que se rehúsan a salir (los hombres no lloran jeje) después de haber leído me he quedado sin palabras.
No te conozco, pero nos parecemos en cuánto a sensaciones, en mi caso al momento de componer. Espero la hayas pasado bien ése día de reflexión más que celebración.
ResponderEliminarSi gracias, la pase con toda la familia fue un día maravilloso
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