Once estocadas sobre el príncipe azul mundial,
va cambiándose el sueño por el miedo.
Cómo mirarse en el espejo y descubrir el negro tras el blanco.
El mismo traje y zapatos , siempre elegantes.
Color de piel, sabor a hiel.
No hay promociones ni canjes para vivir en ésta tarde roja.
Esa rosa roja que yace ahora bajo la tierra acompañando a quien se ha amado y pronto se olvidará,
más del ¿Cómo llegó allí? poco se sabrá, todo se supondrá.