Sólo quiero observarte,
sólo quiero sentir tu respiración junto a la mía.
Eres mi mujer, eres mi mujer.
No voy a tocarte, sólo deseo contemplarte,eres real, estás conmigo, quiero recordarte.
Eres mi mujer, eres mi mujer.
Cuando siento tus manos en mi rostro, son para mí la más suave caricia que he recibido desde nacer,cuando se desbordan por mi cuerpo significan la cura que anhelo cada día.
Hoy por fin estás aquí.
Eres mi mujer, eres mi mujer.
Los veo y no resisto tocarlos, están hechos a mi medida, quisiera reposar sobre ellos. Permíteme besarlos. No puedo creer todo lo que siento estando contigo.
Eres mi mujer, eres mi mujer.
Ya te veo deslizando tus pequeñas manos por esas seductoras piernas, te hidratas me dices. Te interrumpo y...¡Yo te necesito más!
Eres mi mujer, eres mi mujer.
Me atraes sin dudar, me siento un niño si no me ves.El aroma que se desprende de tu cuerpo,tus cabellos que intoxican mi mente,
siento y vivo por ellos,
eres lo que buscaba, te encontré.
Eres mi mujer, eres mi mujer.
No quiero dejarte,
cuando descanso a tu lado siento absoluta paz conmigo,hay una fuerza sobrenatural que me mantiene feliz en tus brazos.
Eres mi mujer, eres mi mujer.
Me gusta observarte tranquila,
con esa sonrisa que quema mi sangre y esa voz que derrumba cada argumento de partida o despedida,quiero estar a tu lado siempre, eres perfecta.
Eres mi mujer, eres mi mujer.
Todas en una, y tu corazón aún más humilde que el pan me conmueve enormemente,tu inocencia de niña me cautiva,eres de las que ya no hay en este mundo egoísta y de maldad.No me alejaré jamás, te buscaré siempre, no podrás ocultarte.
Eres mi mujer, eres mi mujer.
(...)
Extraño esa voz que eriza mi piel, tu mirada que exalta mi alegría y pronto llama a mi sonrisa de oreja a oreja.Esa melodía que abre mis brazos para volar, sí, ese vuelo que recuerdas.
Eras mi mujer, eras mi mujer.
Me has prohibido verte, escribirte, llamarte e incluso saludarte si por gracia del destino te vuelvo a encontrar.
Me has dicho que me has matado y ya estoy enterrado, que te he perdido,que no vuelva más a pensarte siquiera.Me has arrojado sin piedad a una vida que no veía venir, acepté el trato atormentado.
Eras mi mujer, eras mi mujer.
Ya no eres más mía, te perdí,
vuelvo al mundo sin protección espiritual,
sin tu magia las maldiciones de tu dolor me acompañarán. Y sólo lamento no haberte dicho lo evidente, TE AMO.
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