Esa, que da órdenes en cada llamada, la que te ve como su niño manipulable.
Esa, la que alardea de belleza y perdón, pero en su actuar sólo hay EGOísmo.
Esa, que cambia de ropa y look, pero sus costumbres dolosas siguen latentes.
Esa, la que gasta más en tintes de cabello y ofrece poco a los suyos.
Habla de familia, pero miente sobre la suya.
Esa, quien no entiende los sentimientos en los libros y se pelea con la sabiduría.
Esa, la que no sabe de tristeza, a la que le cuesta guardar luto y regala su corazón a quien cruce su camino.
Esa, que se escuda en Dios pero sabe poco del amor al prójimo.
El amor, aquel sentimiento que sana, no lastima y jamás vive en el engaño.
Esa, la que no te guarda respeto alguno, estás bajo su dominio el tiempo que disponga.
Esa, que te considera su juguete, el pasatiempo perfecto para no perderse en soledad, la que teme el paso del tiempo.
Esa, que cree que el tener dinero significa éxito e inclusive compra el amor, la que te pone precio.
Esa, la que ingeniosamente armó un mundo para más de dos con vigas falsas.
Así se sostendrá tu hogar.
Esa, que presume de sus dotes sexuales sin pudor, la que muestra más piel que pensamientos. La victimaria orgullosa.
Esa, la que te engañó con otros, la que vio tus lágrimas y las multiplicó.
Esa, la que cambia de nombre y dirección cada vez que se le antoja.
Entonces deberás buscarla y hallarás dolor sin duda.
Esa, la que no tiene principios ni con ella misma, quien se atreve a vociferar pureza sin siquiera ser consciente sobre su significado.
Lo sabías, callaste y la aceptaste así.
Esa, la que se crece con las lágrimas de sus víctimas, la que cree que las mujeres son objetos.
Esa,que se jacta de ser mujer sin serlo y dijo ser madre de un hijo que nunca nació, sino murió en su cuento.
Esa, que no tiene amor propio, la que humilla.
Esa, que se presta a tus enredos e hipocresía, la que no tiene valores.
Esa, la que vio lo peor de ti y se quedó contigo.
Aquella a la que le falta valor y sobre todo ejemplo para corregirte.
Esa, que se amparó en la oscuridad de la infidelidad y, hoy cree ser tu oficial cuando no deja de ser "la otra".
Esa, que ahora llama zorras a otras féminas, la que no tiene inteligencia suficiente para darse cuenta que se describe así misma.
Esa, tu comodín de trato contínuo.
Esa ignorante del amor.
Esa muchacha insegura, superficial y temerosa.
Esa que siempre firma con la mentira cada tratado emocional.
Esa que no tiene rumbo y cuyo paso de los años no le han dado la madurez necesaria para saber amar de verdad.
Esa que no respeta a sus muertos ni a los vivos siquiera, la que aprovecha las "oportunidades" siempre.
Esa que recién te muestra sus verdaderas luces.
A esa la elegiste tú, yo no.
Sigue tu camino, asume las responsabilidades de tus actos.
Haz el favor de no escribirme cuando sigas descubriendo más de ESA.
No me interesan tus problemas ni nada de tu existencia.
Conmigo es hasta aquí.
Esa, la que alardea de belleza y perdón, pero en su actuar sólo hay EGOísmo.
Esa, que cambia de ropa y look, pero sus costumbres dolosas siguen latentes.
Esa, la que gasta más en tintes de cabello y ofrece poco a los suyos.
Habla de familia, pero miente sobre la suya.
Esa, quien no entiende los sentimientos en los libros y se pelea con la sabiduría.
Esa, la que no sabe de tristeza, a la que le cuesta guardar luto y regala su corazón a quien cruce su camino.
Esa, que se escuda en Dios pero sabe poco del amor al prójimo.
El amor, aquel sentimiento que sana, no lastima y jamás vive en el engaño.
Esa, la que no te guarda respeto alguno, estás bajo su dominio el tiempo que disponga.
Esa, que te considera su juguete, el pasatiempo perfecto para no perderse en soledad, la que teme el paso del tiempo.
Esa, que cree que el tener dinero significa éxito e inclusive compra el amor, la que te pone precio.
Esa, la que ingeniosamente armó un mundo para más de dos con vigas falsas.
Así se sostendrá tu hogar.
Esa, que presume de sus dotes sexuales sin pudor, la que muestra más piel que pensamientos. La victimaria orgullosa.
Esa, la que te engañó con otros, la que vio tus lágrimas y las multiplicó.
Esa, la que cambia de nombre y dirección cada vez que se le antoja.
Entonces deberás buscarla y hallarás dolor sin duda.
Esa, la que no tiene principios ni con ella misma, quien se atreve a vociferar pureza sin siquiera ser consciente sobre su significado.
Lo sabías, callaste y la aceptaste así.
Esa, la que se crece con las lágrimas de sus víctimas, la que cree que las mujeres son objetos.
Esa,que se jacta de ser mujer sin serlo y dijo ser madre de un hijo que nunca nació, sino murió en su cuento.
Esa, que no tiene amor propio, la que humilla.
Esa, que se presta a tus enredos e hipocresía, la que no tiene valores.
Esa, la que vio lo peor de ti y se quedó contigo.
Aquella a la que le falta valor y sobre todo ejemplo para corregirte.
Esa, que se amparó en la oscuridad de la infidelidad y, hoy cree ser tu oficial cuando no deja de ser "la otra".
Esa, que ahora llama zorras a otras féminas, la que no tiene inteligencia suficiente para darse cuenta que se describe así misma.
Esa, tu comodín de trato contínuo.
Esa ignorante del amor.
Esa muchacha insegura, superficial y temerosa.
Esa que siempre firma con la mentira cada tratado emocional.
Esa que no tiene rumbo y cuyo paso de los años no le han dado la madurez necesaria para saber amar de verdad.
Esa que no respeta a sus muertos ni a los vivos siquiera, la que aprovecha las "oportunidades" siempre.
Esa que recién te muestra sus verdaderas luces.
A esa la elegiste tú, yo no.
Sigue tu camino, asume las responsabilidades de tus actos.
Haz el favor de no escribirme cuando sigas descubriendo más de ESA.
No me interesan tus problemas ni nada de tu existencia.
Conmigo es hasta aquí.
Perdiste mi amor, ya nada puedes hacer, ¡Retírate!
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