Seguidores

domingo, julio 31, 2011

El Fluorescente

Como aquel fluorescente que se prende y se apaga en aquella sala solitaria; así me encuentro ahora. Y trato y digo como explicación, que es el resultado de la más absoluta frialdad y desconcierto que un ser humano que ama, siente y vive cada instante en su caminar puede experimentar. Cuando todo se vuelve más que oscuro convirtiéndose en vacío.

Aquel camino lleno de alegrías se van desmoronando con lágrimas en mis ojos y en los tuyos puestos una nueva conquista. Me pregunto cómo puedes sonreír después de destruir todo un mundo lleno de alegrías, quizá las más genuinas que hayamos podido vivir.
No hay explicación. No halló esa razón que me explique  tu proceder  tan barato y callejero.

Cada segundo a oscuras representa el reconocimiento de mis sentimientos más intensos, el saber que están ahí suspendidos y a la misma vez próximos a romperse o simplemente dejar de existir.

Eres ajeno a cada chispazo de tristeza en mi mirar y hasta en el tono de mi voz. Tienes el cinismo de aparecer cuando ya no quiero verte, cuando sabes que no me haces bien con ello, cuando sabes lo que siento; y todavía me muestras lo voluble que eres frente a una gama de ofertas y tú te crees el comprador exquisito. Detesto esa actitud y detesto, más aún, que cuando aparezcas no te des cuenta de ello.

Cada vez que se enciende la luz, es ese pequeño segundo que me dice que todo puede mejorar, que quizá haya un nuevo comienzo, que no todo está perdido y un montón de sucesivas cursilerías para no caer en ese abismo llamado olvido.

No me refiero a olvidarme de ti, sino a olvidarme de que algún día yo sentí algo más que amistad por alguien y mucho más fuerte que el tan pronunciado AMOR. De darme cuenta que me ya no soy humana sino el resultado o la creación de tu más absoluta inhumanidad.
Esto no tiene que ver con ser o no ser bueno. Aquellos que son buenos de sentimientos siempre están propensos a ser dañados y lo sé, lo supe siempre y no me importó.
¿Por qué?-Porque aposté por ti. Aposté no por la persona, sino por esa esencia que radica en cada ser humano. Así, no lo merezcamos, tenemos esencia igual a alma.

Puedes renegar de sentir ese sentimiento de culpa de haberte quedado quieto y no detener mí caída al precipicio de la hipocresía. Sí. Sí me empujaste a ello.
Hoy quizá sea la mejor hipócrita del mundo o por lo menos de tu entorno; pero cuando me mires a los ojos, si es que te atreves a hacerlo, te darás cuenta que no fue porque yo quise. Sino porque jugaste como ruleta rusa con mis sentimientos, con aquella primera emoción de saber que eras tú el que me rescataría de esos monstruos psicológicos y lógicos a la vez.

¿Ah? ¿Que no entiendes? -¿No entiendes, qué?
¿Cuándo has entendido algo de verdad?  Lo único que sabes es mi nombre.

Te lastimabas y me lastimabas con ello. Tonto, torpe y ciego has sido al sentimiento más sublime que alguien te pueda dar.
Perdiste o yo perdí. A estas alturas, ya no importa. Lo que importa es que no tendrás oportunidad alguna de jugar nuevamente tu juego favorito llamado “TE GUSTO”.
Se acabó, se terminó.

No volverás a saber de aquella jovencita que creyó en ti, en tu posible gran cambio y con gran fe creyó en todos tus proyectos. Ella, que te acompañó callada en tus momentos de tristeza y desconcierto. La que te escuchaba  y no pedía ser escuchada. Casi lo olvido, lo pidió  un vez,  no resultó. No había tiempo y la paciencia tomó aquel bus de ruta más larga demorando en llegar a tu puerta aquel día por la mañana.

La luz no termina de encenderse y mis vestidos han sido rasgados nuevamente. Mi alma ha sido arrebatada con mi consentimiento cegado de dolor. Dolor que tú provocaste.
¿Los sueños? - Los sueños están ahí, pero tienen otro color. Las calles, son eso  calles resquebrajadas de dolor de todos los que la transitan. Sin embargo, pocos o nadie la ve.

Muy temprano en la mañana: Todos van aprisa, más lo que no está aprisa son sus pensamientos que siempre se repiten  muy pausadamente y muy profunda que los impulsa  a una llamada, un mensaje de texto, un comentario, un escrito, el suspirar y finalmente morir. Cuando estás demasiado envuelto en ellos no se miden los peligros a tu alrededor. Te abstrae de esa realidad de casas, casonas, buses, taxis, vendedores, puentes, carteles, ventanas abiertas o cerradas, animales abandonados o no, mendigos, etc. sólo te ves a ti y ellos; lo demás no importa.

Sigue el fluorescente prendiendo mis días de alegrías y apagando cada esperanza de que será mejor el día de mañana. Los sentimientos, están ahí, pero la voluntad de expresarlos se quemaron el mismo día que presionaste conscientemente el ascensor del desvarío y la desconfianza constante .Fue el mismo día que encendiste la alarma de mi inevitable partida.

Hoy, no estoy aquí ,ni dónde lo imaginas.


sábado, julio 30, 2011

18 segundos

Aún si quisiera perderme ahora del mundo, que envuelve todo con su manto gris y asfixiante.  Yo creo que no podría. Ya he perdido al escuchar el cuarto llamado de tu voz diciéndome que existías.

Al primer llamado tuyo me sentí sorprendida, un poco. Se formuló una idea vaga de lo que podría pasar. No es de preocupación (pensé).
Quién no se ha sorprendido al ver a alguien.
En este caso al escucharte.

Al segundo llamado te encontré en soledad, fueron sólo minutos, ni siquiera ello fueron segundos. Lo relacioné con la tristeza, más no era ello sino el día a día.

Ya dentro del mundo fue difícil evadirte. Te metiste con un permiso a medias  a mi entorno. Aquel que pretendí ser sólo mío, pero tú lo cambiaste y ponías todo en duda con preguntas ya contestadas y miradas reiteradas. Sin explicación todavía.

Fue en el tercer llamado que sucedió lo inevitable: La exaltación de mi humor con el ánimo de hacerte retroceder y quizá desaparecer.
Fuiste terco como muchos.

Ya por el cuarto llamado tomaste rutas diferentes propias de tu ser o costumbre.
Fiel a tus modales insististe en saber descortésmente mi destino, más no pudiste.
Tus ojos aún oscuros no te impidieron verme y escucharme.

Tú interés ya se suponía, jamás ibas solo.

Te perdiste.
 Me perdí por cuatro segundos en cada llamado y uno más en sacar tu perfil de Bécquer.
 El último segundo te pertenece.

viernes, julio 08, 2011

Puede

Puede que mañana al encontrarte, diga que no me dueles.

Puede que recuerde siempre tus últimas palabras: “Adiós, no me des nada."

Puede que mis ojos ya no se vean llorosos o cansados, porque ya no hay llanto.

Puede que mis labios se tornen de otro brillo; y ya no pronuncien tu nombre.

Puede que te eché de menos en secreto y trate de eludirlo inventando algún tema.

 Puede que ya no te vuelva a ver; sin embargo, te recuerde a la perfección.

Puede que ya no haya marcha atrás, pues los senderos son nublados a mis ojos.

Puede que las tardes ya no sean anaranjadas, y que yo, no las contemple jamás.

Puede que el dolor tuyo sea mucho más grande, ergo yo no dejo de sentir.



Puede que mis manos se sientan frías, pues ya no está tu calor.

Puede que extrañe tus abrazos, cuando todo parecía ir mal.

Puede que nuestras miradas no se vuelvan a cruzar, pero encontraré coincidencias.

Puede que me deprima en ocasiones, por ello me he trasladado de lugar y quizás también del tiempo.

Puede que en nuestras vidas nazcan nuevas historietas, fantasías, experiencias, hábitos, entre otros.

Puede que no me extrañes, y probablemente; yo tampoco lo haga.

Puede que me mantenga ocupada, para no pensarte.

Visita Inusitada

Caminando por las calles encontré a una joven de mirada lúgubre,la más lúgubre y vacía que pude ver desde hace tiempo.

Me entristecí de inmediato.Las lágrimas querían brotar de mis ojos derrepente...no hallaba explicación para tanto sufrimiento repentino.Es cierto que la muerte está en cualquier parte y  a cada momento,pero no es una gran solución;porque incluso en lugar de ser salida,si  lo logras,es tu última congoja o pena que llevarás eternamente ya sea en el infierno o en el paraíso(si es que ambos existen claro).El vacío que sientes jamás será cubierto con una decisión tan inusitada(Pensé).Sus ojos eran negros.LA mirada muy intensa y no había un reflejo en ella.No había nada.
 Seguí mi camino,mas no pude evitar retroceder y la seguí.Ella siguió caminando como sin rumbo,se notaba que no conocía las calles,sólo se dejaba llevar por el viento quizá. Sus pasos eran cortos,avanzaba muy lento,mientras mi curiosidad ya se convertía en angustia de saber qué le pasaba.Ya se hacía de noche,empezó  a lloviznar,cuando ella se detuvo y volteó a mirarme y con señas me guío a un pasaje algo sospechoso.Yo accedí a entrar en ello.Dentro encontré cristales rotos,habían desde trozos grandes al más pequeño o casi diminuto.Me adentre más mientras la luz se alejaba y sólo parecían pekeñísimas estrellas,como cuando en plena neblina kieres encontrar la puerta de tu casa luego de un largo viaje.Las personas que pasaban por aquel pasaje parecían encantadas,ninguno respiraba pero parecían reales al acercarte.El cabello de la joven se alargo de lo que era corto cuando apenas la ví.Me sorprendió su cambio fugaz.Por fin habló y me dijo:"Por dónde ibas no era seguro,quédate un momento"

La miré fijamente por varios minutos y cuando recuperé la conciencia una señora me decía:"Hija,despierta,ya pasó"

¿Ya pasó qué?-Pregunté.La señora me dijo: Tu alma perdida.(...)

Historia

  
Con las nubes, el sol cubre su verdadero rostro y brillo.
Con la neblina, la luna esconde su ingenuidad al verse tal cuál es.
El aire brota del respiro del creador del mundo.Quien nos creo.
El mar esconde su secreto en lo profundo “son especies”
Las personas en su caminar; esconden sacrificio y dolor.


Las personas en su mirar; esconden lágrimas por el temor a la realidad.

Hoy, yo me encuentro frente a ti y escondo mi dolor para no herirte.
Hoy, escondo el llanto para así poder sonreír a la luna.
Hoy, el sol me hizo ver su rostro y sentir su calor a pesar de ello yo seguía mi camino.
Escondiendo como todos mi dolor.
Hoy sentí al clima muy tranquilo y favorable, a mi gusto, era como un sueño.
Hoy sentí en mi camino a la soledad acompañándome, no estaba sola, estaba con él y conmigo.

La vida es cada segundo.
Los minutos son breves en cualquier decisión.
Las horas son el consuelo de la meditación.
Los días son el alivio a sólo penas.
Los meses son la cura inmediata a los enfrentamientos continuos.
Los años son sólo “Recuerdos” y lo demás es “Historia”.

Acariciaste mi rostro y entendí nuevamente que lo demás es “Historia” si estoy contigo.
El dolor es “Historia”.
                                        
                                                                                      NISHA
                                                                                                   9 de mayo del 2008 
                                                                           

Si Pudiera

Si pudiera borraría los fantasmas que me alejan de ti.
Si pudiera  desaparecería uno  a uno los monstruos que me impiden hablarte.
Si pudiera te escribiría indefinidamente. Día a día. Noche tras noche.
Lo que me sobra de tiempo a ti te falta.
Si pudiera te hablaría sin temor "Sólo si pudieras verme".
Si pudiera derretiría aquel muro de superficialidad y egoísmo que nos impide conocernos aún más.

Hoy el cielo es algo oscuro por tu indiferencia, pero a pesar de ello se mantiene aquel río transparente, producto de miles de lágrimas de sinceridad y timidez.
Si pudiera plasmaría en mis escritos exactamente lo que siento,lo que me haces sentir con sólo escucharte, verte y tenerte cerca.
Te contaría, el porqué de  aquellas huídas cuando te tengo frente a mí.Son sólo instantes que se van fugazmente como tus recuerdos de aquel día, de ese día que luego se volvió noche. Entre nieblas perdida, pero tú lograste encontrarme.
Sin explicación hasta hoy.


Quizá ahora sea tarde para arrepentirse de ello;sin embargo, me hiciste mucho bien y te lo agradezco.
Si pudiera grabaría estas líneas en tu memoria para que a mi posterior regreso (si es que se da), ya lo sepas todo o almenos parte de el.       
                                                                                                    
                                                                                                         "Nisha"                                                                                                                                                                                                                                                                                                    

Desórdenes de Vida

Entre el desorden se es difícil pensar y poner en orden tus ideas. ¿Qué sucede? Si te pones a observar cada objeto tirado, piensas que tu vida es igual de desordenada y la única manera de organizarla es ordenando aquel desorden; que es palpable a tus manos y a tus ojos es un caos (que quisieras no ver), a tus oídos aquel desorden es indiferente, a tus pies es un impedimento a cada paso que quisieras dar, simplemente una analogía de que tu vida está mal llevada, mal dirigida y tu conciencia lo sabe. Debes cambiar. Debes cambiar porque así como estás no te sientes bien y aunque te resulte difícil reconocer que no eres feliz te niegas a aceptar que aquel desorden físico es un desorden de tu “Yo”, de ti misma o mismo.

Sientes que te embauca la flojera, mientras un sentimiento de tristeza te atrae a caer en depresión frente a aquel desorden. Tu mente se aísla en reconocer que no eres nada para el mundo, pues de hecho el seguiría su rumbo así no estés. Sólo los genios provocan desolación y tristeza en algunos seres sensibles a la vida. Es imprescindible cada paso que se da en medio del desorden.

Tus ideas están a flote total, sin embargo no sabes cómo decírselo. Permaneces muda(o) mirando fijamente  a los ojos a las personas y cuando te preguntan si eres feliz, pronuncias todo aquello que tienes, olvidándote de la pregunta. ¿En realidad quién es feliz? Nadie. Si hay personas felices no se descubrirá en una fiesta o en un parlamento político.La felicidad está en poner orden en tu vida y transparencia en lo que piensas,dices, haces; y  ello tú lo sabes y es así que te niegas a reconocer que no eres feliz.
 Aquel desorden de objetos te ha ido arrastrando a una caída sin fondo. Una caída que se nota en tu mirada tan melancólica, tan triste y vaga para algunos, tan vacía para otros. En tus respuestas tardías, en tus frases hirientes. No está en orden tus ideas porque tus objetos no se encuentran en orden, porque tú preferiste ignorar ese desorden. Hiciste caso a tus oídos y dejaste que lo palpable se engañe y lo dejaste pendiente.Pendiente hasta próximo aviso. 
De pronto despiertas y te hallas llorando y muy cansado, siendo solitario, sin ningún pasatiempo frente a un gran muro que tienes que ordenar.

”No es tarde aún” te dice la página de un libro santo y tienes en tu agenda citas que si quieres ordenar tu vida tendrás que cancelar y aprender a decir “NO”. No es difícil, sin embargo no era lo que querías.Tomas un poco de aire y empiezas a trabajar en ello.
Entonces llamas a tus amigos para excusarte con cualquier dicho para justificar que no asistirás. La realidad es que ya llegó el momento de ponerle orden a  tu vida, pero lo piensas y te das cuenta que no sabes cómo hacerlo y es ahí cuando ves a tu alrededor (casi todo bien).Miras al fondo y está aquella ruma de libros y recuerdos pendientes que dejaste a próxima fecha sin resolver. Los juntaste todo y te preguntas ¿Qué habrá ahí?

Ha pasado tanto tiempo que no recuerdas que habrá en aquel rincón.Vas abriendo cada hoja del libro y resulta que es tu diario que hace 3 años aproximadamente no escribes, que cada frase son sellos resumidos de tu grandiosa vida. Un día en tu vida sólo resultó unas cinco líneas que describen tu forma de vivir, tus emociones no se ven y tienes curiosidad de saber ¿Qué más pasó? Buscas aquella página siguiente y no hay nada. No existió porque no te diste tiempo a ti, a tu viejo amigo diario.
Viviste tu vida tan rápida y acelerada como aquel desorden de tu habitación.

 Dormías hasta casi mediodía y no podías escribirle. No te preocupes es comprensible. La juventud es pasajera y pues hay que “vivirla” ¿No? Sí, esa es la frase en desuso a estas alturas, aquella frase que te atraía a cometer acciones dignas de no contarlas o compartirlas con ese ser importante: Tu amigo interior, tú mismo.


 Y cuando empiezas a llorar otra vez encuentras en el una carita triste con una lágrima negra y otra blanca que dibujaste y que aún recuerdas que dijiste a los 10 años: “Estoy triste pero quiero ser feliz”. Entonces te das cuenta que no fuiste feliz en tu juventud; que fue una gran obra, una bella actuación, una fabulosa saga de estreno, de mucha acción y de mucha adrenalina, y de muchos acompañantes de reparto y lo mejor de todo: Una espectacular aglomeración de público. 
Miles vieron tu gran obra, tu actuación, tu talento y aunque hoy no piden tu autógrafo, ya sabes que te han de recordar. Miras tus manos y ya no son las mismas. Miles de líneas marcadas visibles o no, sabes que están ahí. 

Quieres pararte y no puedes. La espalda te duele. Frente a ti ya no hay desorden.Hay un espejo que te refleja ya cansado, agotado, con lágrimas que se secan en tu rostro y tus labios deshidratados, tus cosas desaparecieron. Todo el desorden desaparece y miras por la ventana y no hay nadie abajo ni afuera. Sólo estás tú. 

Vuelves a mirarte al espejo y ya tienes 72 años de edad pero pareces de más, te limpias los ojos creyendo que es un juego imaginario que el cansancio provocó pues minutos antes eras joven.
Llevas el peso en tu espalda de tu mejor actuación en tu vida “Tu juventud” sientes el peso de tus resacas los domingos, de tus pies de tanto bailar y saltar, el dolor de tus pulmones por el trago y los cigarros ingeridos. Te ves y no puedes creerlo y gritas: ¡AÚN SOY YO, AÚN SOY JOVEN! para que la pesadilla termine (antes funcionaba gritar) para que abras los ojos  y veas que todo es igual cuando eras un joven, una señorita; digamos cuando estabas a flor de loto.

Sabes que el loto es penetrante así como tu energía en aquel entonces y quieres volver a hacerlo, más no sé puede, todo se va cayendo. El último en caer es aquel espejo. Aquel cristal en el cuál podías verte. El desorden vuelve a tu mente, vuelve  a entrar en tus ojos y es palpable a tus manos. Tus oídos escuchan entre sollozos tu arrepentimiento y un último respiro hondo te hace caer junto a los cristales del espejo.

 Algo acaricia tu piel dañada, volteas  de inmediato antes de que se vaya la luz por completo, y piensas que es tu mamá, tu papá, tu mejor amiga(o), tu enamorada(o), tu ex que no te olvidó, tu Dios, tu artista favorito, tu ángel. Piensas en alguien especial para ti, alguien que crees te quiso, te quiere aún o quieres mucho, pero no. No es ese alguien que imaginaste. Es en quién menos pensaste, es en quien menos has pensado todos tus años de vida, es quién te ha hecho llegar aquí donde estás. No es DIOS, él incluso así no lo pidas está contigo. Es alguien que “tú olvidaste” .

No debió ser egoísta pensando sólo en él, ni majadero, no debió sólo vivir por vivir. Alguien que encerraste en tu Diario día a día, es el que te ha dado fuerzas para mantener tu desorden y vivir fugazmente.

Miras sus ojos, miras sus labios y no le reconoces aún. La luz ayuda a verle el rostro completo y eres tú, nada menos que tú cuando tenías 20 años, dónde empezó todo (tenías dinero, eras agraciado, eras joven, tenías amigos en todo lugar, tenías chicas(os); pleno apogeo ¡Caramba!).Te ves consolándote, mirándote cómo despidiéndote. Tus ojos se ven cansados y lo vas cerrando, poco a poco pierdes el peso de tu cuerpo; piensas que ya no hay más y no te equivocas:No hay más porque decidiste cambiar a último momento.

Como decía esa página de libro santo  “Aún no es tarde” no lo entiendes y abres los ojos con miedo y te encuentras tirado en medio de aquellos libros y objetos. Llevas en una mano tu diario en blanco con esas 5 líneas de vida, todo un desorden que te hizo llorar y caer en esta pesadilla ¿Dime que harás ahora?

                                                                                                                 Nisha
                                                                                                              16 años
                                                                                            Marzo 14 del 2009