Y trascendió entonces que ella se halló en medio de una fiesta colorida, de telas suaves y transparentes como el agua de manantial,con personajes siniestros y alegres, con luces y oscuridad.
Iba reconociéndose dentro de aquel vestido amarillo brilloso y cómodo que llevaba como cenicienta. ¿Cuándo pasó?- Se dijo muy emocionada. De sus compañeras mágicas salieron a montón piedras andantes para tentarla a quedar pegada al suelo y no se fuera del lugar, se dejó rodear mirándoles cariñosamente. Bailaron como niños, hicieron la ronda del bosque y cuando iba a salir el lobo todas las piedras se abalanzaron sobre ella. Al sentir el peso de todas y poder observar sus ojos de cerca se impulsó hacia el cielo de tal forma que logró volar como Campanita. Se sentía especial por esos dones repentinos que había soñado y esa noche se hacían realidad.
Cuando los presentes le vieron volar a unos centímetros del suelo la elogiaron grandemente y pronto sus rostros se vieron pintados por sonrisas. Iban cayendo pétalos de rosa sobre su cuerpo.
Ella agradeció la confianza y apoyo dándose un paseo por toda la comunidad de los sueños dejando a su paso aroma a flores para las mujeres, brillos en estrellas para los niños y para ellos... ¿Para ellos, qué les dejó?-se preguntó deteniéndose en la cima del grandioso escenario.
Se quedó unos minutos observando lo que les hacía falta desde su parecer. Fuera de aquella comunidad reconoció un colegio abandonado con el suelo rodeado de plumas de paloma y manchas de sangre en la pared,los libros envueltos como cigarrillos. No pudo aguantar su curiosidad del qué había sucedido allí y bajó.
Mientras se iba acercando a la superficie notó caras conocidas, ingresó a una de las aulas. Al ingresar complemente a ellas su atuendo cambió a aquellos formales clásicos, apareció en sus manos un palo grande como el de Moisés. Pronto llegó una jovencita de falda corta que no saludó, seguido una pareja que no dejaba de besarse y manosearse, continuó su pasó un encapuchado dejando humo a su paso y así iba apareciendo cada personaje más solo que el anterior. Ella ya no estaba tan contenta, sino desorientada creyendo haberse perdido por aprender a volar.Una hora más tarde, cuando todo el salón estaba lleno, volvió en sí y dirigiéndose a la multitud dijo fuertemente: ¡Ha llegado mamá!, a quien necesitan.
Iba reconociéndose dentro de aquel vestido amarillo brilloso y cómodo que llevaba como cenicienta. ¿Cuándo pasó?- Se dijo muy emocionada. De sus compañeras mágicas salieron a montón piedras andantes para tentarla a quedar pegada al suelo y no se fuera del lugar, se dejó rodear mirándoles cariñosamente. Bailaron como niños, hicieron la ronda del bosque y cuando iba a salir el lobo todas las piedras se abalanzaron sobre ella. Al sentir el peso de todas y poder observar sus ojos de cerca se impulsó hacia el cielo de tal forma que logró volar como Campanita. Se sentía especial por esos dones repentinos que había soñado y esa noche se hacían realidad.
Cuando los presentes le vieron volar a unos centímetros del suelo la elogiaron grandemente y pronto sus rostros se vieron pintados por sonrisas. Iban cayendo pétalos de rosa sobre su cuerpo.
Ella agradeció la confianza y apoyo dándose un paseo por toda la comunidad de los sueños dejando a su paso aroma a flores para las mujeres, brillos en estrellas para los niños y para ellos... ¿Para ellos, qué les dejó?-se preguntó deteniéndose en la cima del grandioso escenario.
Se quedó unos minutos observando lo que les hacía falta desde su parecer. Fuera de aquella comunidad reconoció un colegio abandonado con el suelo rodeado de plumas de paloma y manchas de sangre en la pared,los libros envueltos como cigarrillos. No pudo aguantar su curiosidad del qué había sucedido allí y bajó.
Mientras se iba acercando a la superficie notó caras conocidas, ingresó a una de las aulas. Al ingresar complemente a ellas su atuendo cambió a aquellos formales clásicos, apareció en sus manos un palo grande como el de Moisés. Pronto llegó una jovencita de falda corta que no saludó, seguido una pareja que no dejaba de besarse y manosearse, continuó su pasó un encapuchado dejando humo a su paso y así iba apareciendo cada personaje más solo que el anterior. Ella ya no estaba tan contenta, sino desorientada creyendo haberse perdido por aprender a volar.Una hora más tarde, cuando todo el salón estaba lleno, volvió en sí y dirigiéndose a la multitud dijo fuertemente: ¡Ha llegado mamá!, a quien necesitan.
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