A veces en el Balcón

Y es hoy, que me encuentro acomodada en un balcón pensando en lo que significa amar, si me han amado y lo más crucial: Si he amado.

Pienso en las rosas que he recibido así derrepente una tarde y recuerdo o imagino, no sé, que los pétalos fueron reflejos de piel  e invitación a intimar. Entonces me interrumpe la anotación de mi diario, el recuerdo de unas cartas en las que en mi adolescencia explicaba el color de  las rosas y su significado personal en mi vida.

Me siento invitada a conversar con el corazón hoy Miércoles 07 de julio, así nada más. Indiscreto fanfarrón.

En esa lista de explicaciones rosas también mencioné las que prefiero para el antes, durante y después de mi muerte. Y es que el amor es eso, una muerte. La más sublime e incesante tentativa de acabar con la vida propia.

Se mueren mis ganas para desarrollar e impulsar las de aquel que me enamora. Termino desviviendo mis segundos,minutos y horas esperando su respuesta o señal a algo que yo considero nos importa a ambos. Ya no hay independencia, sino una alianza. Imagino.

La primera carta fue devuelta por el receptor, y es que el destino había sido el equivocado - Pensé para mi consuelo.
Pasé noches rezando por su bienestar y porque reconociese mis sentimientos, los recoja y tome la responsabilidad sobre ellos. Porque el amor es eso, ser responsables.

En aquel entonces nadie aplicaba la asignatura de amar y no pude darme cuenta cuando comencé a escribirle al sentimiento. Cuando me vi tirada en cama con un fajo de blanquecinas compañeras ya había conocido su objetivo, simplemente quería cumplirlo. Morir siempre ha sido la muestra de amor más grande que se pueda dar. Así como Jesús murió por amor a nosotros sin importarle las condiciones o creencias de las personas. Todo por nuestra felicidad o como él llamó, salvación. Desde entonces todos hicieron lo que les vino en gana con la religión y hoy sólo conocemos los vestigios de ella.

El amor por mi madre, por la tía de actitudes dudosas, ver la infelicidad del ogro en sus malas acciones sin reparo, el hecho de que yo conociese al amor y no pudiese disfrutarlo pero que sí le escribía irreparablemente como algo natural; fueron motivos más que suficientes para renunciar a la vida, a esa seudo vida,  y dejar que todos se revuelquen en su felicidad clara u oscura, sólo Dios lo sabe y sólo él comprendería mis motivos aunque claro según mi bautizo hubiera pasado mi vida en el purgatorio. Algo injusto pero válido  para creyentes que les impide renunciar a la vida porque Dios te da y él te quita. Precisamente ello, él había acomodado todas las piezas para que llegara a esa determinación siempre triste, para variar llena de críticas de personas disque ejemplares que aman la vida y no miden sus actos para preservarla.

Un ser humano no puede nacer para sufrir y sufrir, como bien dice un conferencista internacional "Si no encuentras solución y no puedes cambiar de actitud, simplemente muere " pues bien ese fue uno de los intentos de querer morir, mas no lo logré. Entonces me pregunto ¿Habré amado aquel entonces? Pienso que sí, porque el amor es eso, sacrificio.

Estamos en una sociedad donde se dicen las palabras : amigo, mejor amigo,amor, vida, "te amo", "te quiero", "eres todo para mi" , "me muero por verte", "siempre serás mía y yo tuyo", "eres mi vida" entre otros similares en contenido, pero cuando terminan a la semana, mes o año siguiente se cambio el protagonista de esas escenas. Así nada más, como pasa el tiempo se cambian las emociones y sus personajes; pero existe la excepción. Considero que una de ellas fui yo, y aún intentando sobrevivir con el corazón adolorido, esperanzas tontas continué caminando por los años sin descuidar los estudios. Eso es un mito, uno puede estar enamorado y no jalar cursos o volverse el narco del barrio (ejemplo) porque el amor te suma, no te resta.

Es probable que la religión ajustado a  mis principios o estilo de vida junto a pequeños reconocimientos lejos de la familia me hayan ayudado a seguir en pie.

Las esperanzas se fueron acortando en el corazón mientras el amor por la felicidad de otros seguía intacta y constante. Los retos de las mañanas con el pavo negro al alimentarlo,los gatos, los loros, los perros, las palomas, la perseverancia inagotable de las hormigas, los colores y alegría innata de las visitas de las mariposas, la lluvia, el aire, los árboles, el cielo a veces celeste celeste, la luna y sus estrellas muy notorias fueron algunos de los ejemplos dados por la  naturaleza para no perderme y seguir soñando.

Conocí a un académico noble, inteligente, romántico que me permitió seguir soñando, pero aún estaba la figura de las cartas que no se iban, siempre volvían. Llegó el día que di con él y me despedí aliviada yo,pero confuso él. No creo haberle roto el corazón como lo hicieron conmigo, sino lo aprecié, respeté mucho y por lo mismo  debía dejarlo libre, porque el amor es eso , sinceridad.

Seguía perdiéndome en letras y matemáticas para no darle tregua al corazón y sus asuntos. Debería aclarar que el amor no es sólo el de pareja, estaba también la figura de mamá y  papá. Resultado de las lecturas y aprendizajes decidí cambiar el estilo de vida e integrarme a las actividades normales de un adolescente de secundaria y ver qué pasa. Pasó que presencie el primer permiso oficial de un chico para llevarme a bailar,sus palabras fueron :

"Yo la llevo, yo la traigo. Me hago responsable por ella"

Obviamente sorprendió  al común adolescente  conquistador. Aquel de pantalones por debajo del trasero con la truza casi fuera (hecho horrible para mi), el de gorrita reguetonera (tipo blin blin pero sin billetera ni carro), el de camiseta más grande que su sábana de dormir (mantel en el cuerpo con números), el de zapatillas desamarradas y resbaladizas (por suerte y no se caen o caían), el de los tatuajes al aire (símbolo de "poder,fuerza o valentía" pero que llora con unas ampolletas intramusculares), el de lentes (inteligente pero tímido casi monse como yo en ese entonces). En fin, aparentemente en el barrio que aún se considera peligroso y no recomendable para vivir a lo grande, había encontrado a mi príncipe azul (por así decirlo). Pero vaya que ya me estoy adelantando y lo he azuleado.

Fue una noche interesante. Descubrí que la electrónica me encanta y lo mantengo hasta hoy, la luces verdes de la hora alienígena me sorprendían mucho por sus formas adoptadas, que tengo mi lado divertido y sociable. Él me miraba muy seguro, se aproximaba sin mucha presión al bailar, sabía que salía con una chica inteligente y debía manejarse bien. Ya de regreso a casa caminamos varias cuadras con unos amigos que luego nos dejaron solos porque tenían otros planes.  Pasábamos por un parque apenas construido, curiosamente donde antes se me había declarado el académico, cuando él se puso mal de un momento a otro. Yo me preocupé mucho, me acerqué a  indagar  lo ocurrido mientras íbamos sentándonos en el borde empedrado. Le dije que no había problema si se marcha primero a casa, pues ya estábamos cerca y podía ir sola, pero el siempre repetía
"No, saliste conmigo, volverás conmigo, te dejaré en la puerta de tu casa. Sólo debo descansar".

 Permanecí mirándolo percatándome de su grandes y pobladas pestañas, su nariz pequeña como sus orejas y también una vincha de tela que pensé era pañuelo pues puesto se le veía feo. El dolor empeoraba en él y algo inconsciente me dice "déjame solo, ve a casa, te miraré desde aquí y mañana pasaré para ver si llegaste bien" a lo que le respondí con una rotunda negativa pues "Él me trajo y él me lleva a casa".  Me puse terca, ya descansado y  repuesto  trataba de averiguar si alguien me gustaba con un curioso juego en el que dijo el nombre de aquel de las cartas pero respondí  "no, no es él" . Esa respuesta hasta a mí me sorprendió.

Llegamos a casa , le  hizo presente a mi mamá que llegaba íntegra y  deseó las buenas noches para todos. Desde aquella luna pensé en él, me interesaba saber sus cosas; sobretodo el motivo de su dolor de cabeza repentino.

Seguimos tratándonos ya en más confianza pero con cierta cautela porque el chico tenía enamorada y ella también disputaba los primeros puestos en el colegio por lo que además de mi respeto tenía cierta admiración porque combinaban bien como pareja, iba un grado mayor al mío.

 A finales de 5to  él definió sus sentimientos y compartimos los días desde entonces. Hemos pasado por muchas situaciones complicadas y él en su mayoría ha sido el bálsamo para mis heridas. Por eso ante cualquier tentación posible por más fuerte que fuese siempre opto por él. Pienso que será difícil que me enamore de nuevo, podré tener ilusiones fugaces pero no pasarán de ello por mi forma de ser y porque cuando lo escucho y sobretodo lo veo vuelvo a aquella noche en que respondo "No, no es él" y termino la frase  :

 "No, no es él. Eres tú".

Entonces respondo a las preguntas sugeridas en el balcón concluyendo así:

¿Qué significa amar?
 Es ser el bálsamo y no el que hace las heridas ni la herida misma. Tener esa capacidad para curar y crecer en el alma.

¿Me han amado?
No, pero hay alguien que lo intenta a diario y siento que es genuino en el corazón.

¿He amado?
Sí, muchas veces pero a las personas equivocadas en el pasado. Ahora sólo hay una que me sostiene en la verdad del sentimiento. Y ese trasciende por encima de mi voluntad.

22 de Septiembre 2005