Mientras muchos duermen estoy aquí viendo por la ventana como avanza el bus alejándome de la Ciudad de los Reyes junto con esa pequeña historia que formamos en tan sólo días.
Fueron y serán pequeñas coincidencias del destino y sus adversarios juguetones que nos colocaron en el mismo asiento y en la misma ruta.
Yo estaba con el audífono puesto a nivel elevado el volumen, tú con la tablet revisando facebook , wasapeando y curioseando fotos de intrépidas conocidas o amigas tuyas. Lo supe porque se te resbaló el pequeño aparato entre mi bolso marrón y al acercarte escuchaste la melodía hindú del romanticismo conocido , pero poco difundido entre el olor natural de la gente en aquel bus apretujado.
Te disculpaste y seguiste con lo tuyo, mirabas como preguntándome si vi esa foto atrevida y qué estaría pensando. Disimulada, acomodé mis cosas y seguí mi viaje por la India. Una señora bajó con su esposo, tomé uno de los asientos mientras tú le cedías el asiento de al lado a una dama de 35 años aparente. Ella no lo aceptó y no te quedó de otra que sentarte al lado mío. Estabas avergonzado, eras evidente.
Como de costumbre cerré los ojos apoyando mi espalda sobre el asiento como si estuviese en casa escuchando una buena canción e imaginando o recordando escenas agradables para el corazón y su tranquilidad. Estaba muy concentrada y tranquila con las escenas conseguidas en la mente y seguía produciéndolas como películas propias. En eso el productor dijo "Favor de ir a descansar, debemos parar" Insistió tanto que accedí a ello. Los chicos iban saliendo de a poco pero uno de ellos me golpeó el brazo por la prisa que tenía, volteé enojada para ...
Grande fue mi sorpresa y lenta mi reacción al darme cuenta que estaba soñando y había despertado de golpe apoyada en tu hombro, no quité la cabeza de inmediato pues quería pasar desapercibida. Estaba ahora yo en el papel de la vergüenza o el roche juvenil. Me movía lentamente y el chofer del bus decía "última parada, favor de bajar"
Me apresuré y conseguí verte dormido también, respiré ya tranquila y me paré para irme. El chofer me dijo "Despiértelo, no pensará dejarlo así" Sonreí y toque tu brazo diciendo "Ya llegamos, debes bajar".
Seguí mi camino recordando tus grandes ojos negros sorprendidos y las mejillas hechas tomate.
Pensaba mientras me dirigía al alimentador "Qué bueno que no se dio cuenta". Volví la mirada hacia la puerta y estabas recién saliendo del bus muy desconcertado buscando algo.
La tarde siguiente me encontraba esperando al bus en la estación central cuando en eso te vi en la cola contigua, te reconocí de inmediato por tu cabello encrespado y la tablet en tus manos.Al llegar el bus apropiado me dirigí a mi lugar favorito , adelante. Al minuto se ocupo el asiento de lado, y ése ocupante eras tú.
La misma escena de la tarde anterior, yo con la India en mi oídos y tú con la tablet en tus manos. Decidí cambiar el esquema; saqué mi cámara fotográfica para grabar , tomar fotos de las personas y calles por las que pasábamos. Quedaste mirándome, al momento dejaste el facebook y jugabas rompecabezas. Eras muy testarudo pues demoraste en armar una de 16 piezas.
Me aburrí de las fotos, guarde la cámara y me recosté hacia la ventana para nuevamente entregarme a Morfeo. Al despertar estabas por tomar mi brazo, fue cuando constaté tus largas pestañas como el lunar cerca a tu ojo izquierdo. Poco consciente dije que ya estaba despierta. Saliste primero.
Caminé rumbo al alimentador a continuar con la cola cuando te apareciste en la fila. Me dije "¿Acaso cambió de casa?" Conseguí al alimentador primero que tú , arrancó el bus y nos despedimos entre miradas curiosas.
Después de aquella tarde no supe de ti por dos meses, ya te había dado de baja en mis pensamientos.
En la estación central el clima lucía apasionado por el rojo de las flores, los globos, los corazones, los peluches, los dulces incluso hasta la ropa. Todo tenía el color del amor. Y es que no había caído en cuenta que era el 14 de febrero hasta ver tanta aglomeración de pasión.
Esperé al cuarto bus, pues las personas como sorteados corrían desesperados al momento de ingresar a ellos, yo quería calma y un buen lugar para descansar. Escuchaba a Kenny G como solidaridad a lo que pasaba a mi alrededor. Con el panorama mejorado ingresé y fui a dar a mi sitio favorito. Me recosté en la ventana , cerré los ojos e imaginaba escenas adecuadas a las composiciones, conseguí pronto el sueño.
Soñé con un ambiente cálido, tranquilo como el viento del otoño ya invisible, pero entrañable por sus hojas secas en el suelo y por el aire. Imaginé cortinas blancas que jugaban con el viento guardando la presencia de él tras ellas, alguien a quien no podía ver pero me daba la seguridad de su existencia para mi. Observe las flores crecer y tornarse de diversos colores pues podían ser adecuadas al pensamiento del momento. El abrazo que cura y soporta todo por el tiempo, los deseos de amar y ser amado estaban intactos en el sueño. Las calles para dos, el cielo azul como el mar, las aves apacibles dejándose tocar, los lugares más bellos en compañía de ese alguien, cuyo rostro no podía ver. La caminata en la playa cayendo el sol por el horizonte y él diciéndome "Adiós, tengo que volver". Respondía angustiada "No te vayas" tomándole del brazo y aguantando su mirada desolada.
Abrí los ojos, y estaba con la frase en la boca "No te vayas" _ la repetía sin razón mientras iba despertando. Observé que la frase provenía de una película que estaba viendo mi acompañante en su tablet.
"¿Tablet? ¿Tienes una tablet?" - pregunté algo fuerte y una voz respondió "Sí, tengo una desde el primer día que ..."
Me disculpe sin mirar a mi acompañante , él la aceptó sonriente. Estábamos a 150 metros de llegar a la estación final, me dirigía a la puerta cuando en ello me dice que se me había caído mi documento una señora, regreso apresurada y lo recojo. En ese instante pude ver el lunar y las pestañas largas de mi acompañante, mi mente ató cabos velozmente y al final salí corriendo del lugar.
Dentro del alimentador con las sensaciones alborotadas revisé el documento que se me había caído. Era un DNI enmicado, dentro de la mica había un papel escrito. De inmediato reconocí la imagen del documento, no era el chico de las pestañas , no tenía el lunar. Era ...
Antes de que el corazón no pudiese controlar las emociones leí la nota de la mica que decía :
"Sé que te desconcertará ésto, pero el chico del bus no es quien parecer ser. Si recuerdas yo no creí volver a verte pero encontré el medio para dar contigo y ahora sé que existe una forma para que vuelvas conmigo. Esta noche a las 9pm partirá un bus rumbo a Chachapoyas, serán tus 19 años quienes darán libertad a las almas para que te traigan conmigo. Debes comprender que nadie te hallará y esas almas jamás volverán. Tú decides si regresas conmigo o me condenas a viajar en el bus sin destino, sin casa y con otra identidad ."
Es así, que hoy jueves con sólo 82 soles enrumbo a tu encuentro mi estimado alguien, mi estimado esposo.
Interesantes y entretenidas líneas, soy un lector con el hábito sin esculpir, pero quedé plenamente identificado con muchos de los detalles de la historia. Sigue así :D!
ResponderEliminarPues daré mi mejor esfuerzo en esculpir historias en tu memoria que te llamen a leerla hasta el final . Gracias JorgeKtch :)
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