Con la hiel ya diluida en el café calentito y el recuerdo del sabor de mi comida favorita, el arroz chaufa, hoy daré espacio a mi poco desarrollado pero conservado ego. Ésto debido a que unas singulares figuras han hecho que pierda las motivaciones y esperanzas de que mi entorno pueda ser mejor. Son singulares porque de alguna forma u otra han llamado mi atención precisamente por su desenfrenada labor de complacerse y difundir su amor propio. Aquellos que consideran que el mundo se va a acabar y que sólo ellos ,con quien sabe qué, pueden salvarlo. Éstos hologramas perfectos en 20 quizás, en opinión, arte y arrebatos de la lengua son los inspiradores de esta modesta entrada pero que no se pierda el tema principal. Mi ego.
ja! Es tiempo que ellos soporten mi amor propio como el que he tenido que pasar lamentablemente al chocarme con sus personalidades, perdón, eminencias.
Y empezamos.
Cuando me decidí a estudiar periodismo en la Universidad Jaime Bausate y Meza, sentí mucha alegría, entusiasmo y fe en que encontraría a las personas indicadas que me servirían de guía en mi formación profesional. Recuerdo que me esmeraba en dar lo mejor de mi (Académicamente hablando) y siempre me hallaba mejor en Literatura, Razonamiento Verbal y de vez en cuando caía con el 20 en Matemática. Hablo de la universidad, pues en mi colegio esos 20 eran algo seguro. Mi apasionamiento (como lo llaman las eminencias) en los estudios eran el pan de cada día, no porque aspiraba ser el próximo Einsten versión femenina, no, sino porque era un modo de desfogue doméstico. Lo disfrutaba mucho.
Actualmente, estoy acostumbrándome a todo lo que conlleva trasladarse de universidad, pues sí, por motivos laborales me mudé no sólo de casa , de sueño , de amigos ; sino también de la casa de estudios. Estoy en la UCV (...)
<Continuará>
ja! Es tiempo que ellos soporten mi amor propio como el que he tenido que pasar lamentablemente al chocarme con sus personalidades, perdón, eminencias.
Y empezamos.
Cuando me decidí a estudiar periodismo en la Universidad Jaime Bausate y Meza, sentí mucha alegría, entusiasmo y fe en que encontraría a las personas indicadas que me servirían de guía en mi formación profesional. Recuerdo que me esmeraba en dar lo mejor de mi (Académicamente hablando) y siempre me hallaba mejor en Literatura, Razonamiento Verbal y de vez en cuando caía con el 20 en Matemática. Hablo de la universidad, pues en mi colegio esos 20 eran algo seguro. Mi apasionamiento (como lo llaman las eminencias) en los estudios eran el pan de cada día, no porque aspiraba ser el próximo Einsten versión femenina, no, sino porque era un modo de desfogue doméstico. Lo disfrutaba mucho.
Actualmente, estoy acostumbrándome a todo lo que conlleva trasladarse de universidad, pues sí, por motivos laborales me mudé no sólo de casa , de sueño , de amigos ; sino también de la casa de estudios. Estoy en la UCV (...)
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